miércoles, 4 de agosto de 2010

La trata de personas.

La trata de personas, conocida hoy en día como la “esclavitud del siglo XXI”, es un delito que afecta los derechos humanos, ya que  atenta contra la vida, libertad, integridad y dignidad a persona y es una cuestión que existe desde años atrás pero hoy sale a la luz pública con otro nombre.
Muchas personas caemos en el error de tener en el mismo término lo que es tráfico de personas y trata de personas, pero hay una gran diferencia, ya que en la segunda las víctimas son engañadas y las cifras de dinero que se les pide para su traslado son exageradas, las cuales las somete a una deuda que las fuerza a ser explotadas, siendo las consecuencias de esto tanto daños físicos como psicológicos.
México en la actualidad es un país en donde existe un gran volumen de tránsito de migrantes, saliendo por sus fronteras millones de personas, las cuales, la mayoría son indocumentados que pretenden pasar a los Estados Unidos a buscar mejores oportunidades de vida. Esta situación está afectando principalmente a mujeres, niñas, niños y adolescentes, quienes se exponen a ser víctimas de la trata de personas, principalmente con fines de explotación sexual y laboral. 
Desde hace unos años atrás un grupo de asociaciones han estado trabajando en esta situación, quienes lanzaron un proyecto que principalmente en la actualidad están tratando de llevar a cabo, debido a que al paso de los años este fenómeno social crece de manera considerable en nuestro país, de la misma forma cada uno de los estados están colaborando a través de la imposición de leyes y programas que ataquen este problema, pero desgraciadamente solo se quedan detrás de un escritorio, como en el caso de San Luis Potosí en donde se ha platicado tanto de este tema y no se toman las medidas necesarias para combatirlo.
Existe una gran infinidad de testimonios sobre esta situación, uno de los que me llamó mucho la atención y se liga a lo que redacte en párrafos anteriores, es el caso de Claudia, una jovencita de 21 años de edad quien pasaba por tiempos difíciles, ya que vivía en extrema pobreza, no podía encontrar trabajo y tenía un niño de 3 años que mantener.
Una tarde, la mejor de sus amigas llega a su casa y le comenta muy contenta que ya tenía la solución a  sus problemas, que la única alternativa era el irse a Venezuela, en donde les habían ofrecido una buena oportunidad laboral, Claudia inmediatamente aceptó la propuesta al pensar que sería por el bien de ella y de su familia, ya que merecían un mejor futuro, y así fue como junto con su amiga mandó un oficio, del cual días después tuvo respuestas positivas y junto con el cual le mandaron una cantidad de dinero para el pasaje y gastos que pudieran surgir en el transcurso del viaje.
Esta chica narra que después de tantas horas de viaje, al fin llegaron al dichoso lugar, el cual era un billar de muy mala impresión y lleno de hombres borrachos, era tanta su inocencia que llegó a pensar que ese no era el lugar y que tal vez de ahí las llevarían a su trabajo, pero fue todo lo contrario, porque minutos después se acerca un hombre y les empieza a platicar la manera en la que iban a trabajar, la cual era prostituirse de 12 a 18 horas diarias, atendiendo de 20 a 30 hombres, y no recibiendo absolutamente nada a cambio, ya que el pretexto de estos hombres fue el que estaban endeudadas con ellos, debido a que les habían mandado dinero para el pasaje y gastos extras.
Así transcurrieron los días grises para Claudia y su amiga, hasta que uno de los hombres con los que se prostituían supo de su historia, y fue quien las ayudó a regresar a casa, siendo para ellas esto una situación traumante que las dejó marcadas para toda la vida, arriesgando al máximo  su salud y quedando con traumas psicológicos.
Desde mi punto de vista, la trata de personas no es sino un mal gobierno, ya que hace falta desarrollar unos programas adecuados para la ciudad y el campo, los cuales abran nuevas oportunidades laborales para el individuo y no se vean en la necesidad de ir a otros países como sucedió en el caso el caso de Claudia y su amiga.
Tengo entendido que ya se manejan programas para combatir esta situaciones, pero de los cuales están mal distribuidos entre las personas, por lo tanto el problema debe ser un cambio radical de actitud de las personas que están frente a cada uno de los diferentes programas de gobierno y que puedan aterrizar a aquellos individuos que en verdad lo necesitan y así no se filtren los programas para gentes que por amistad o vínculo familiar se beneficien, ya que la trata de personas con este método afecta física y moralmente al ser humano, lo cual lo deja marcado para el resto de su vida, como lo narra Claudia en su testimonio.

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